El sector de la construcción avanza inevitablemente hacia un tipo de construcción más eficiente y sostenible. Cada vez son más los estudios de arquitectura que se están replanteando su forma de concebir la arquitectura y están apostando por construir edificios que sean más respetuosos con el medio ambiente, priorizando el uso de materiales con un menor impacto ambiental para reducir la emisión de gases de efecto invernadero.
En este contexto, la madera vuelve a la construcción como material natural y renovable, apoyándose en la innovación y la tecnología para conseguir un producto como el CLT
El CLT o la madera contralaminada es un material apto para su utilización en cualquier tipología de edificio y gracias a sus características técnicas se puede utilizar tanto en pequeñas construcciones como en edificios de media y gran altura. Mediante un adecuado diseño constructivo se pueden resolver múltiples tipologías estructurales y edificatorias mediante el uso de paneles de madera contralaminada.
El CLT se fabrica en forma de paneles estructurales macizos, formados por varias capas de tablas de madera aserrada encoladas entre sí y colocadas de manera perpendicular entre ellas.
Se consigue así un material con una alta estabilidad dimensional, gran capacidad estructural, ligereza y rápido montaje.
Los paneles de CLT pueden ser utilizados tanto como elementos de muros, forjados o cubiertas, en medidas que pueden llegar a los 12m. de longitud y los 3m. de ancho.
Además, admite la posibilidad de dejar los paneles “vistos” hacia el interior o de ser revestidos por otros materiales, para lo que existen en el mercado diferentes calidades visuales según esta necesidad. (calidad vista, calidad intermedia y calidad no vista).
Las ventajas de utilizar el CLT como material de construcción son:
–Alta resistencia y ligereza, ofreciendo una óptima relación entre la resistencia y el peso, frente a otros materiales utilizados en estructuras. Esto genera que también la cimentación se pueda optimizar al tener que soportar un menor peso.
Su ligereza facilita su manipulación en obra con respecto a otros sistemas.
Además, esto resulta ser una gran ventaja a la hora de intervenir en edificaciones existentes, ya que a menudo es posible llevar a cabo la intervención sin tener que ejecutar labores de refuerzo en la cimentación existente.
–Mayor grado de industrialización y precisión. El CLT se fabrica completamente en taller, específicamente para cada proyecto, mediante un proceso que permite mecanizar los paneles con la forma y dimensiones exactas finales, incluyendo los cortes de las ventanas y puertas. Esto es posible gracias a la utilización del CNC, o máquina de control numérico que va cortando los paneles según la información y los datos de los planos.
Es por esta razón que se hace necesaria una mayor definición en la fase de proyecto, ya que del taller saldrán los paneles con un gran nivel de precisión constructiva, listos para su colocación directa en obra.
–Construcción en seco y rapidez de montaje en obra. Este proceso conlleva un montaje en seco en obra, consiguiendo una mayor rapidez en el montaje, mayor control en la ejecución, una construcción más limpia, generando menos residuos y utilizando menos recursos como el agua.
- Se reducen los tiempos de espera en obra, ya que con el CLT no es necesario esperar tiempos muertos de fraguado o curado para que la estructura entre en carga.
- El montaje y la unión de los paneles en obra resulta fácil y rápida.
- Menor tiempo de obra se traduce en un menor coste.
–100% renovable y reciclable. La madera, durante su crecimiento como árbol absorbe CO2 de la atmósfera y la almacenará durante toda su vida útil, incluso como materia prima. Así mientras con otros materiales se emite a la atmósfera una alta cantidad de CO2, durante el procesamiento de la madera es el único material que al final de su ciclo de vida consigue una huella de carbono negativa, compensando las emisiones de CO2 emitidas durante su producción con la cantidad de CO2 que absorbe de la atmósfera cuando es todavía un árbol.
La construcción de ciudades energéticamente sostenibles supone un desafío para el futuro inmediato y la utilización del CLT puede ayudar en la construcción de edificios que sean “sumideros de carbono”, consiguiendo así un sistema de construcción más respetuoso con el medio ambiente y con el entorno inmediato.
–Buen comportamiento energético. Facilita mucho la labor de eliminación de los puentes térmicos en la construcción, al utilizar la madera (que tiene un valor de conductividad térmica relativamente bajo) como estructura y como cerramiento a la vez.
Sin ser un material aislante, la madera proporciona un nivel de aislamiento muy superior a otros materiales, lo que permite que, a igualdad de exigencia térmica, se puedan reducir los espesores de los cerramientos, consiguiendo mayor superficie útil.
–Estética y calidez arquitectónica. El CLT ofrece grandes posibilidades estéticas a los proyectistas. Permite adaptarse a los diferentes diseños e ideas de proyecto. puede dejarse “visto” hacia el interior buscando una estética de más cálida, o bien se puede revestir con otros materiales para conseguir otros efectos como pueden ser placas de yeso laminado, panelados, etc.